El estropajo, ese pequeño objeto de tela o acero, es fundamental para limpiar la cubertería pero también para limpiar y fregar determinadas superficies. Por lo tanto, usarlo de la manera correcta es esencial para mantener un lugar saludable y limpio para vivir. Algunas personas lo ponen regularmente en el lavavajillas por una razón práctica y económica. Te explicamos todo detalladamente.
El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más utilizados en los hogares, porque permite, sobre todo, limpiar grandes cantidades de vajilla sucia. Puede colocar platos, vasos y muchos otros utensilios para una limpieza a fondo. Descubra qué sucede cuando inserta una esponja para lavar platos durante un ciclo normal.
¿Por qué poner una esponja en el lavavajillas?
Poner una esponja en el lavavajillas puede parecer extraño al principio. Sin embargo, esta técnica inusual puede ser muy útil en la vida cotidiana y ahorrarle mucho dinero. He aquí cómo adoptarlo en casa.
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Poner una esponja en el lavavajillas lo limpia a fondo.

La esponja para platos es definitivamente una de las cosas más sucias de la cocina. Absorbe fácilmente la humedad y puede contener bacterias y moho en poco tiempo. Es por ello que es recomendable limpiarlo al menos dos veces por semana y deshacerse de él cuando empiece a deteriorarse. Sin embargo, si lo metes en el lavavajillas, saldrá como nuevo. Bajo el efecto del calor, volverá a estar limpio y desprovisto de bacterias. Para ello, utilice el cesto de los cubiertos como soporte para lavar la esponja y luego haga funcionar la máquina en el ciclo habitual. Al hacerlo, también prolongarás la vida de este elemento que regularmente termina en el fondo de la basura. Así mismo, es posible lavar las esponjas para platos en la lavadora a 60°C.
Otros consejos para limpiar y desinfectar una esponja para platos
El plato esponjoso es un elemento indispensable. Tanto útil para lavar platos como para limpiar, debe tener un buen mantenimiento para un interior limpio, libre de bacterias o gérmenes. Aquí hay algunos consejos para mantenerlo limpio a diario. Por supuesto, una esponja que comienza a deteriorarse o a oler mal debe ser reemplazada.
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Limpiar la esponja del plato en el microondas.

Al igual que el lavavajillas, el microondas puede ser útil para limpiar y esterilizar una esponja para platos. Para ello, sumérgelo en un recipiente lleno a partes iguales de agua y vinagre blanco. Luego colóquelo en el microondas durante dos minutos. Deje que la esponja se enfríe antes de volver a usarla. La agitación de las moléculas de agua en el microondas matará las bacterias presentes en la esponja.
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Desinfectar la esponja del plato con limón.
Otro consejo para limpiar y desinfectar una esponja es exprimir medio limón en un recipiente con tres cuartas partes de agua. Déjelo actuar durante la noche, luego enjuáguelo al día siguiente para obtener resultados garantizados. No dudes en renovar la operación una vez por semana para que la esponja se mantenga limpia y sana de cualquier bacteria. Además de sus propiedades desinfectantes, el limón dejará un agradable aroma en la esponja, a diferencia del vinagre.
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Lave la esponja del plato con percarbonato.

Para recuperar la sobriedad de los bizcochos, también puedes remojarlos en un recipiente lleno de agua caliente y una cucharadita de percarbonato. Entonces será suficiente enjuagarlo al día siguiente. El percarbonato es un fiel aliado en la lucha contra el moho que puede asentarse en determinadas superficies.
Como habrás entendido, existen varias técnicas para limpiar una esponja para platos. Para prolongar su vida , no dudes en escurrirlo después de cada uso, secarlo al sol y mantenerlo alejado del fregadero de la cocina. La alta exposición a la humedad puede ser propicia para el desarrollo de bacterias y moho.