El truco para tener un jardín saludable está en un ingrediente secreto, y además, es gratis. Veamos qué es.
Cómo tener un jardín saludable
Mantener un hermoso jardín puede ser una tarea desafiante, pero con un poco de planificación y cuidado , sin duda, puede convertirse en una actividad placentera y satisfactoria . El primer paso es planificar cuidadosamente el diseño del jardín.
De hecho, hay que tener en cuenta la posición del sol, el tamaño del jardín y las necesidades de mantenimiento. Una vez que haya decidido cómo organizarlo, deberá elegir las plantas que sean adecuadas para el clima y deberá preparar el suelo .

Un fertilizante para alimentar el suelo.
Como se mencionó, es posible hacer un fertilizante a base de nitrógeno aprovechando lo que ofrece la naturaleza . En este caso, las ortigas, conocidas malas hierbas y plantas de rápido crecimiento, son excelentes aliadas.
Las ortigas son plantas que literalmente crecen en todo el mundo . Son ricas en vitaminas y minerales y son fuente de antioxidantes , proteínas, fibra y ácidos grasos esenciales. También son ricas en hierro, calcio, fósforo, magnesio y potasio, así como en vitaminas del complejo B, como tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, vitamina B6 y vitamina B12. También contienen vitaminas A, C, E y K, y gracias a sus propiedades, se suelen utilizar en infusiones, suplementos y decocciones, así como en abonos de jardín .

Se puede usar para alimentar plantas, mejorar la estructura del suelo, reducir la infestación de plagas y ayudar a prevenir enfermedades de las plantas . También es útil para mejorar la resistencia de las plantas al frío y la sequía. En resumen, una verdadera panacea para un jardín saludable, veamos cómo prepararlo.
La preparación del abono.
Para obtener un excelente abono primero debes conseguir unas ortigas . Son plantas que se pueden cosechar fácilmente, así que ponte guantes y empieza a cortar la cantidad necesaria para tu jardín.
Consíguete un cubo en el que poner las ortigas. El consejo es picar las hojas en trozos pequeños para facilitar el proceso de fermentación .
Cuando hayas terminado, añade agua de lluvia al balde , sin llenarlo hasta el borde porque la fermentación hará que aumente de volumen. Luego cubra el balde asegurándose de no cerrarlo, para asegurarse de que los gases de fermentación puedan escapar libremente.

Cuando notes la ausencia de burbujas y espuma, la fermentación habrá terminado y tu abono estará listo. El compuesto es muy fuerte, por lo que para ser utilizado es imprescindible diluirlo en una proporción de 1:10 , es decir para una taza de fertilizante 10 tazas de agua. Puedes usarlo para regar tu jardín cada 3 semanas y en poco tiempo estarás viendo los frutos de una tierra bien nutrida.