Usadas todos los días para varias tareas, las esponjas son un verdadero caldo de cultivo para las bacterias. Es por ello que es importante cambiarlos regularmente para una mejor higiene. Averigüe con qué frecuencia debe hacerse.

Limpiar la encimera, fregar los platos o incluso dar brillo a las superficies son tareas que realizamos a diario con la ayuda de una esponja. Estos múltiples usos dan lugar a una acumulación de bacterias que exigen un cambio regular de este objeto de limpieza diaria.

Limpiar y desinfectar tu esponja es fundamental

Esponja para platos.

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Esponja para platos. fuente: spm

Si es importante limpiar la esponja de cocina es por un motivo evidente de higiene. A medida que limpia, las fibras acumulan suciedad e impurezas que pueden dañar las superficies que intenta limpiar. Cuando la esponja comienza a cambiar de color o a oler mal, es hora de una limpieza profunda. Para ello, colóquelo en el cesto  de cubiertos del lavavajillas  o  en la lavadora a 60°C . También puedes colocarlo, empapado en agua jabonosa, en el microondas durante 2 minutos. Tu esponja saldrá fresca, desinfectada y libre de suciedad.

También puedes lavarlo a mano con un preparado de limpieza eficaz. Para ello, llena ¾ de un bol con la misma proporción de agua y vinagre blanco, un potente desinfectante. Remoja tu bizcocho en el líquido ácido que colocarás en el microondas durante dos minutos. También puedes remojarlo en una mezcla de agua y jugo de limón, un cítrico que mata las bacterias. Deja actuar toda la noche, solo tienes que enjuagar bien.

Esponja para limpiar superficies

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Esponja para limpiar superficies. fuente: spm

¿Con qué frecuencia se deben cambiar las esponjas de cocina?

La respuesta depende de para qué lo uses. Si usas una esponja para  limpiar tus platos  todos los días y cocinas grasosa, se recomienda cambiarla cada dos semanas. Si usas tu esponja para limpiar superficies como la encimera o el fregadero,  puedes reemplazarla  cada dos meses, siempre y cuando la limpies y desinfectes regularmente . Además, se recomienda tirarlo a la primera señal de desmoronamiento, ya que en este momento está fuera de uso. Cuando esté seco, también se debe reemplazar, independientemente del tiempo que se haya utilizado.

Esponja empapada en tierra

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Esponja empapada en tierra. fuente: spm

¿Cómo hacer que una esponja dure más?

El primer hábito a adoptar para que una esponja dure es exprimirla al máximo  después de cada uso y no ponerla en un recipiente que contenga agua, porque la humedad genera bacterias. Entre dos usos, se recomienda  dejar secar bien la esponja  para que no huela mal. Para ello, es recomendable colocarlo sobre una pequeña maceta perforada de plástico o metal para que se seque correctamente. Obviamente, se recomienda tener varias esponjas, una para limpiar cada superficie de la casa.

Cambiar la esponja es fundamental cada dos semanas o dos meses para una buena higiene. Mientras tanto, se deben adoptar ciertos hábitos para prolongar su vida y prevenir la aparición de bacterias.